Tipos de Corrosión Marina en Embarcaciones
Conoce los diferentes tipos de corrosión que amenazan tu embarcación, cómo identificarlos a tiempo y las mejores estrategias de prevención y tratamiento. Guía esencial para armadores.
Conoce los diferentes tipos de corrosión que amenazan tu embarcación, cómo identificarlos a tiempo y las mejores estrategias de prevención y tratamiento. Guía esencial para armadores.
La corrosión marina causa daños millonarios anualmente en el sector naval. El 70% de los problemas estructurales graves en embarcaciones están relacionados con corrosión no detectada a tiempo.
La corrosión marina es el proceso de deterioro de metales y aleaciones causado por reacciones electroquímicas con el agua salada, oxígeno disuelto, microorganismos y otros agentes presentes en el ambiente marino. Es el principal enemigo de cualquier estructura naval y puede comprometer seriamente la integridad estructural de una embarcación.
El tipo más común y predecible. Afecta uniformemente toda la superficie expuesta del metal, creando una capa de óxido generalizada.
Ocurre cuando dos metales diferentes están en contacto en presencia de un electrolito (agua salada). El metal más activo (ánodo) se corroe aceleradamente para proteger al metal menos activo (cátodo).
Forma agujeros pequeños y profundos en el metal, perforando el espesor sin ser visible en la superficie. Extremadamente peligrosa porque puede causar perforación total del casco.
Se desarrolla en espacios confinados donde el agua salada queda atrapada y estancada, como juntas, soldaduras, bajo tornillos y en espacios entre superficies.
Ataca los límites entre granos del metal (especialmente en aceros inoxidables mal tratados térmicamente), debilitando la estructura sin cambios visibles en la superficie.
Combinación de tensión mecánica y ambiente corrosivo que causa grietas progresivas. Puede provocar fallas catastróficas repentinas sin previo aviso.
Combinación de ataque químico y desgaste mecánico por flujo de agua a alta velocidad, cavitación o impacto de partículas abrasivas.
Instalación de ánodos de sacrificio (zinc en agua salada, magnesio en agua dulce). Reemplazo cuando se consumen el 50%. Inspección cada 6 meses.
Pinturas antiincrustantes de última generación, imprimaciones epoxi, recubrimientos cerámicos. Renovación cada 2-3 años según uso.
Inspección visual mensual, inspección subacuática profesional semestral, pruebas de ultrasonido anual en zonas críticas.
Limpieza del casco cada 3-6 meses, eliminación de bioincrustaciones, enjuague con agua dulce tras navegación, secado de áreas propensas.
Selección correcta de aleaciones, aislamiento entre metales diferentes, evitar diseños que retengan agua, ventilación adecuada.
Recomendamos inspección visual mensual por el propietario e inspección subacuática profesional cada 6 meses. Para embarcaciones comerciales, la frecuencia debe ser mayor según normativa aplicable (SOLAS, RD español).
Absolutamente. Son la primera línea de defensa contra la corrosión galvánica y pueden reducir la corrosión en un 80-90%. Es crítico usar el tipo correcto (zinc para agua salada, magnesio para agua dulce) y reemplazarlos cuando se consuman al 50%.
Depende de la severidad. Mediante soldadura subacuática certificada y refuerzos estructurales, podemos reparar la mayoría de casos. Sin embargo, si la corrosión ha comprometido más del 40% del espesor en áreas extensas, puede requerirse reemplazo de secciones completas.
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